CHIAMATA PER LA SETTIMANA CONTRO IL CAMBIAMENTO CLIMATICO E TUTTE LE NOCIVITA’ DAL 20-27 SETTEMBRE

CONVOCATORIA SEMANA DE LUCHA
CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
Y TODA NOCIVIDAD

DEL 20 AL 27 DE SEPTIEMBRE

Contra Toda Nocividad, contratodanocividad.espivblogs.net

Diversas instituciones, grupos ecologistas, organizaciones sindicales, grupos estudiantiles, reunidos bajo el nombre de «Frifays for Future» han convocado la llamada «Semana por el clima» del 20 al 27 de septiembre. Básicamente esta semana consiste en manifestaciones programadas y alienantes en las que pedir al Estado y otras instituciones (ONU, G7…) que pongan remedio o tomen medidas ante el desastre que están causando. En su discurso simplista, recuperador y dirigista en ningún momento critican la causa de la devastación en curso: el capitalismo tecno industrial y su organización técnica del mundo. Son aquellos que critican el cambio climático sin criticar a quienes lo producen: tienen un cadáver en la boca, aquellos que defienden el mito del progreso, del desarrollo sostenible y de una vida «cómoda» a cambio de la esclavitud y de mercantilizar todo aspecto de nuestra vida, una vida vendida a la dominación tecnológica. Son aquellos que han comprado en el supermercado de la rebelión el nuevo producto de moda: el cambio climático. ¿Fridays for Future? Hoy más que nunca el futuro no existe, vivimos en un eterno presente y cuaquier vestigio del pasado ha sido borrado. Las prótesis tecnológicas que nos rodean y colonizan nos hacen vivir en un sonambulismo continuo, donde la catástrofe no está por venir como se empeñan en advertirnos con su venda en los ojos, la catástrofe es aquí y ahora, la catástrofe es el capitalismo tecno industrial, la catástrofe es esta vida alienante dirigida por los algoritmos de nuestros «asistentes virtuales», la catástrofe es un mundo ya devastado por la industria.

El cambio climático, más bien deberíamos hablar de modificación climática, es una más de las miles de consecuencias nocivas de la revolución industrial (la única revolución que iniciada hace dos siglos ha llegado a todos los puntos del planeta y colonizado y mercantilizado todo lo vivo) el cambio climático es indisociable del sistema tecno industrial: deforestación, acidificación de los océanos, desertización, extinción de miles de especies animales y vegetales, miles de productos químico-tóxicos que condenan nuestra existencia, contaminación de tierra, aire y agua son sólo algunas de todas las nocividades, de todas
las consecuencias de este sistema. Creemos entonces que hablar sólo de cambio climático sin criticar el sistema tecno industrial es caer en un reduccionismo, es no ir a la raíz del problema.

El cambio climático y todas las nocividades son las consecuencias del proyecto de la tecnocracia que gestiona y admisnistra nuestras vidas. Un proyecto que consiste en colonizar, domimar y mercantilizar todo lo vivo. Una vez colonizada y dominada la naturaleza el objetivo son los seres humanos, un proyecto basado en la convergencia de las tecnologías conocidas como NBIC (nanotecnologías, biotecnologías, tecnologías de la información, ciencias cognitivas) a las que podríamos añadir robótica e inteligencia artificial, su codicia y avaricia no tiene fin. Si se mercantiliza todo hasta nuestras actividades más cotidianas los beneficios no parán de aumentar. Convertir el mundo y todo lo que habita en ello en una máquina programada donde nada escapa a su control: mundo-máquina, humano-máquina. Lo que nos lleva a una visión mecanicista del mundo, de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea.

El sistema tecno industrial necesita grandes cantidades de energía para poder funcionar, cientos de programas de investigación con inversiones multimillonarias están dedicados a encontrar nuevas fuentes de energía. Esta necesidad de energía para que el mundo funcione tiene como consecuencia la devastación del territorio y la aniquilación de millones de animales humanos y no humanos. La energía industrial mueve el mundo, es necesaria para la producción y distribución de todos esos objetos innecesarios que encontramos a nuestro alrededor, es la economía y es la guerra. El sistema ha comprendido y ha visto como un gran negocio que sólo las energias «renovables» y «limpias» permitirán su
expansión y supervivencia, el nuevo proyecto de la tecnocracia es «renovable» y «sostenible», es ecológico. Este nuevo proyecto se extiende igualmente por todo el territorio desde los desiertos industriales de paneles solares y campos eólicos (causantes también del cambio climatico, devastación del territorio, enfermedades, etc.) hasta las eco-ciudades (no-lugares donde todo está controlado, optimizado y automatizado, igualmente productoras de cientos de nocividades y de una vida alienante). Así, defender la energía verde es defender el proyecto que nos dirige a gran velocidad a ritmo del progeso hacia el abismo, es defender el proyecto de quienes están creando un mundo totalitario, es defender el proyecto de aquellos que gestionan y administran nuestras robotizadas vidas.

Por ello hacemos un llamamiento a una semana de lucha contra el cambio climático y toda nocividad del 20 al 27 de septiembre desde una perspectiva anarquista, que desborde los límites impuestos por la socialdemocracia. Una semana más, en la que mediante la acción directa en cualquiera de sus formas los diferentes individuos y grupos se enfrenten al sistema tecno industrial. La semana del 20 al 27 de septiembre es sólo una meta para el ecologismo liberal y estatista, pero para aquellos que aspiramos a la eliminación del estado, del capitalismo, el patriarcado y el sistema tecnoindustrial es una oportunidad para desbordar los estrechos márgenes de la domesticación e iniciar una vía autónoma, anticapitalista y anarquista contra la nocividad tecnoindustrial.

Ni el estado, ni la tecno ciencia nos salvarán.
La lucha es el único camino.

AMENAZADOS POR UNA CRISIS CLIMATICA PROVOCADA POR EL CAPITALISMO.

Una vez el alud de datos y estudios hace irrebatible la realidad del cambio climático y que el entramado corporativo-capitalista se vea forzado a aceptarlo, ahora toca sacar provecho y convertir en una mercancía banal la acción en contra, en mercancía comercial y política para continuar extendiendo la dominación.

El desastre climático y sus impactos sobre la salud, la economía y los ecosistemas se ha convertido en instrumentos para profundizar y extender a todos los niveles de la vida (no solo la vida humana) del planeta. La angustia y la culpa se extienden y sirven a los intereses del sistema.

El sistema tecnoindustrial capitalista ha convertido la tierra en un infierno para millones de personas oprimidas, para miles de especies no humanas, animales y vegetales, y para los ecosistemas.

El resultado de la dominación climática y su mercantilización suponen el empobrecimiento y la alienación de la mayoría del mundo vivo, la destrucción de la biodiversidad y de miles de vidas humanas.

Toda esta mercantilización gira alrededor de una responsabilidad “compartida por todos, compartida como consumidores, y compartida por permitir que los políticos del estado, de la comunidad y del municipio lleven a cabo políticas devastadoras y efectúen simulacros, como las declaraciones de emergencia climática. Nunca se identifican los verdaderos responsables reales: los sistemas capitalistas, el estatal y tecnoindustrial que son los causantes finales del cambio climático.

CUALES SON LAS FUENTES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO? Y QUIENES SON LOS EMISORES?.

No se suele destacar que el 79% de los gases de efecto invernadero provienen directamente del sistema tecnoindustrial (la generación de energía, el transporte, la industria y la agricultura industrial) y sólo el 11,5% de los sectorrs residencial y comercial (IPPC 2015), otros estudios atribuyen a la ganadería el 14,5 (FAO 2013), la producción y distribución de alimentos seria del 25%, como podemos ver los valores de emisiones varían mucho según la fuente. Queda claro, sin embargo, que el sistema tecnoindustrial genera por encima del 80% de las emisiones.

Los medios de comunicación desvían la atención, escoden las responsabilidades del sistema y desvían las culpas sobre la población en general, los que emiten este pequeño 6%, los pobres que viven en pisos mal aislados, los trabajadores que se desplazan a polígonos lejanos sin transporte público, los desfavorecidos que consumen alimentos industriales superprocesados y que no compran en la eco-tienda, por barreras económicas, culturales y sociales.

Hay otras muchas estrategias tramposas para culpabilizar a la gente, y para convertir esta culpa en mercancía, por ejemplo en el uso de plásticos, la mayor parte del plástico (el propileno y el polietileno,) proceden del petróleo, el 90% del plástico producido va directamente a usos industriales. Poco más del 10% se convierte en productos de consumo general, pero nos cuentan que la culpa de todo es de las pajitas de plástico y de las compresas, no nos hablan de las piezas de máquinas y aparatos, de los recubrimientos o de los embalajes industriales… o de tantos usos necesarios para perpetuar el sistema.

El cambio global tendrá efectos directos y graves, cada vez más extendidos, y los más desfavorecidos serán los que padecerán las consecuencias, los pobres, los habitantes de los países colonizados, las mujeres, las niñas, los niños…

Ante esto los bomberos profesionales de los conflictos, los recuperadores de revueltas, los domesticadores de salvajismos se están anticipando a las posibles reacciones que se producirán cuando sintamos los efectos de esta crisis provocada.

EL ACAPARAMIENTO CAPITALSITA DE LOS RECURSOS AGRABA LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO.

Ante la crisis, el capitalismo y los estados “desarrollados” para evitar sus efectos y especular con estos mismos efectos, están acumulando recursos. Tierras agrícolas en todo el mundo, minerales raros o imprescindibles para la industria… y, sobretodo, agua, que es una substancia imprescindible para la vida y para el funcionamiento de los ecosistemas.

Previendo la escasez del recurso , alrededor del agua se ha generado un movimiento especulativo muy intenso, los buitres de los fondos de inversión ya han puesto la mirada sobre ella a través de Fondos Cotizados de Inversión, los 13 fondos más importantes en el campo del agua acumulan 8.384 millones de euros, sólo en patrimonio y garantizan rentabilidades extraordinarias y continuadas. Según los desaprensivos de “Standard and Poor’s” el mercado del agua tendrá en el 2020 un valor de un billón (europeo) de euros.

Todo esto mientras el agua no es un recurso accesible (con la calidad necesaria) para todas las personas, todo esto pasa cuando centenares de millones de personas no disponen de un suministro de agua en condiciones y 2.000 millones se abastecen de agua con contaminación fecal.

EL CAPITALISMO HA PROVOCADO LA CRISIS CLIMÁTICA Y, AHORA NOS QUIERE HACER PAGAR LAS SOLUCIONES!!… Y SEGUIR ACUMULANDO BENEFICIOS.

Es inverosímil pensar que decenios de explotación, de deforestación, de destrucción de ecosistemas, de envenenamiento de los suelos, del aire y del agua, de vertido de residuos, de emisión de gases de efecto invernadero y de extractivismo galopante, no tendrían ningún efecto. Efectos que pagaran los de siempre.

Pero también es inverosímil pensar que la codicia, la avaricia, la prepotencia, la soberbia, la falta de escrúpulos y el afán de dominación del capitalismo y del sistema tecnoindustrial cederán ante las necesidades de las personas, de los ecosistemas y de la tierra. Solo una revuelta, una insurrección generalizada que les destruya podrá detener y poner solución a la devastación de la tierra y poner fin a la crisis climática.

Dentro de su lógica de dominación y de división territorial (estatal) del mundo hay una jerarquía que viene de antiguo que hunde sus raíces en la colonización y que se expresa como imperialismo y neocolonialismo (UE, EUA, Rusia, China…), donde los sometidos (menos las elites económicas y/o culturales de los países dominados) ocupan una posición subalterna y más vulnerable frente al cambio climático, al margen de la posición en la jerarquía mundial del país donde viven.

MIENTRAS HAYA CAPITALISMO LA DEVASTACIÓN SEGUIRÁ!!

De hecho capitalismo es sinónimo de cambio climático, desde sus orígenes hasta ahora mismo. Con la nocividad sobre los trabajadores industriales, con el hollín, el humo y tóxicos diversos sobre los barrios obreros, desde la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX, hasta el Bangladesh o la China del siglo XXI, nocividad extendida sobre todo el planeta y a la que hay que añadir los tóxicos de la agricultura industrial y los efectos del cambio climático generado.

El cambio global afecta sobretodo a los pobres que son los más afectados por los fenómenos meteorológicos extremos (tifones, huracanes, inundaciones, sequias…), la subida del nivel del mar y el aumento de enfermedades ligadas a la temperatura.

Mientras los ricachones, no solo escapan a sus efectos (disponen de la tecnología y el control sobre el territorio), sino que además sacan provecho: nuevas inversione millonarias en energías renovables, obras públicas milmillonarias de prevención de los riesgos (protección de costas, obras hidráulicas, nuevas redes de comunicaciones…).

El control de los desplazamientos de población causados por el cambio, control de fronteras, también da grandes beneficios a las industrias del complejo militar/policial.

En resumen una vez más un “negocio del siglo”, del siglo XXI, y con lo que quede, del siglo XXII.

Seguramente los dominadores de la tierra tienen algún as guardado en la manga frente a crisis futuras, una especie de habitación del pánico, que en términos generales supondrá seguramente militarización, control social i, “naturalmente”, más opresión y más dominación.

Se suele considerar que un 1% de la población mundial derrochan más del 50% de los recursos, en otras valoraciones se dice que un 5% consume el 90% de la energía… Son evaluaciones muy discutibles, pero todas van en el mismo sentido, una minoría insignificante se apodera de la mayor parte del pastel. Es fácil imaginar que si el consumo de materia, energía, alimentos… de este 5% se igualase al del resto del mundo se podría revertir el cambio climático, pero es impensable que este 5% renuncie voluntariamente a sus privilegios. Así que tomando la metáfora del navío hundiéndose, este 5% es el porcentaje que será necesario tirar por la borda si no se conforma.

Indudablemente oponerse a la dominación económica y cultural, oponerse a la devastación y a la destrucción de la tierra, oponerse al tecnocapitalismo y a los estados tendrá un coste, un coste para las personas y los ecosistemas, pero como se decía durante la revolución social de 1936 “no nos importa heredar un mundo en ruinas, porque llevamos un mundo nuevo dentro de nuestros corazones”.

La semana del 20 al 27 de setiembre es sólo una meta para el ecologismo liberal y estatista, pero para aquellos que aspiramos a la eliminación del estado, del capitalismo, el patriarcado y el sistema tecnoindustrial es una oportunidad para desbordar los estrechos márgenes de la domesticación e iniciar una vía autónoma, anticapitalista y anarquista contra la nocividad tecnoindustrial.


CHIAMATA PER LA SETTIMANA
CONTRO IL CAMBIAMENTO CLIMATICO E TUTTE LE NOCIVITA’

DAL 20-27 SETTEMBRE

Varie istituzioni, gruppi ambientalisti, organizzazioni sindacali, gruppi di studenti, riuniti sotto il nome di “Frifays for Future”, hanno chiamato la “Settimana per il clima” dal 20 al 27 settembre. Fondamentalmente questa settimana consiste in manifestazioni programmate e alienanti in cui chiedere allo Stato e alle altre istituzioni (ONU, G7 …) di porre rimedio o agire in caso di disastro che stanno causando. Nel suo discorso semplicistico, di recupero e di guida, non critica mai la causa della devastazione in corso: il capitalismo tecnologico industriale e la sua organizzazione tecnica del mondo. Sono quelli che criticano il cambiamento climatico senza criticare quelli che lo producono: hanno un cadavere in bocca, coloro che difendono il mito del progresso, di sviluppo sostenibile e una vita “confortevole” in cambio di schiavitù e di commercializzare ogni aspetto della nostra vita, una vita venduta al dominio tecnologico. Sono quelli che hanno comprato nel supermercato della ribellione il nuovo prodotto di moda: i cambiamenti climatici. Venerdì per il futuro? Oggi più che mai il futuro non esiste, viviamo in un presente eterno e ogni traccia del passato è stata cancellata. Le protesi tecnologiche che ci circondano e ci colonizzano vivono in un continuo sonnambulismo, dove la catastrofe non deve ancora arrivare mentre insistono per avvertirci con la loro benda, la catastrofe è qui e ora, la catastrofe è il tecno capitalismo industriale, la catastrofe è questa vita alienante diretta dagli algoritmi dei nostri “assistenti virtuali”, la catastrofe è un mondo già devastato dall’industria.

Il cambiamento climatico, piuttosto dovremmo parlare di cambiamento climatico, è una delle migliaia di conseguenze dannose della rivoluzione industriale (l’unica rivoluzione iniziata due secoli fa ha raggiunto tutte le parti del pianeta e ha colonizzato e commercializzato tutto ciò che era vivo) Il cambiamento climatico è inseparabile dal sistema tecno-industriale: deforestazione, acidificazione degli oceani, desertificazione, estinzione di migliaia di specie animali e vegetali, migliaia di prodotti chimici tossici che condannano la nostra esistenza, inquinamento di terra, aria e acqua sono solo alcuni dei tutti gli
effetti dannosi di tutte le conseguenze di questo sistema. Riteniamo quindi che parlare solo dei cambiamenti climatici senza criticare il sistema tecnologico industriale significhi cadere in un riduzionismo, non andare alla radice del problema.

I cambiamenti climatici e tutta la nocività sono le conseguenze del progetto di tecnocrazia che gestisce e gestisce le nostre vite. Un progetto che consiste nel colonizzare, dominare e commercializzare tutto ciò che è vivo. Una volta colonizzati e dominati dalla natura, l’obiettivo sono gli esseri umani, un progetto basato sulla convergenza di tecnologie note come NBIC (nanotecnologie, biotecnologie, tecnologie dell’informazione, scienze cognitive) a cui potremmo aggiungere robotica e intelligenza artificiale, la loro L’avidità e l’avidità non hanno fine. Se tutto viene commercializzato fino alle nostre attività quotidiane, i benefici non smetteranno di aumentare. Converti il ​​mondo e tutto ciò che lo abita in una macchina programmata dove nulla sfugge al suo controllo: macchina del mondo, macchina dell’uomo. Il che ci porta ad una visione meccanicistica del mondo,

Il sistema tecnologico industriale ha bisogno di grandi quantità di energia per funzionare, centinaia di programmi di ricerca sugli investimenti multimilionari sono dedicati alla ricerca di nuove fonti energetiche. Questa necessità di energia per far funzionare il mondo si traduce nella devastazione del territorio e nell’annientamento di milioni di animali umani e non umani. L’energia industriale muove il mondo, è necessaria per la produzione e la distribuzione di tutti quegli oggetti non necessari che troviamo intorno a noi, è l’economia ed è la guerra. Il sistema ha capito e visto come un grande business che solo l’energia “rinnovabile” e “pulita” ne consentiranno
espansione e sopravvivenza, il nuovo progetto di tecnocrazia è “rinnovabile” e “sostenibile”, è ecologico. Questo nuovo progetto si estende anche su tutto il territorio dai deserti industriali dei pannelli solari e dei campi eolici (causando anche cambiamenti climatici, devastazione del territorio, malattie, ecc.) Alle eco-città (non luoghi in cui tutto è controllato, ottimizzato e automatizzato, producendo anche centinaia di vite dannose e alienanti). Quindi, difendere l’energia verde sta difendendo il progetto che ci guida ad alta velocità al ritmo dei progressi verso l’abisso, è difendere il progetto di coloro che stanno creando un mondo totalitario, è difendere il progetto di coloro che gestiscono e gestiscono le nostre vite robotiche.

Ecco perché chiediamo una settimana per combattere i cambiamenti climatici e tutti gli effetti dannosi dal 20 al 27 settembre da una prospettiva anarchica, che supera i limiti imposti dalla socialdemocrazia. Ancora una settimana, in cui, attraverso l’azione diretta in una qualsiasi delle sue forme, i diversi individui e gruppi affrontano il sistema tecnologico industriale. La settimana del 20-27 settembre è solo un obiettivo per l’ecologia liberale e statalista, ma per coloro che aspirano all’eliminazione dello stato, il capitalismo, il patriarcato e il sistema tecno-industriale sono un’opportunità per traboccare gli stretti margini della domesticazione e avvia un percorso autonomo, anticapitalista e anarchico contro la dannosità tecno-industriale.

Né lo stato né la scienza tecnologica ci salveranno.
La lotta è l’unico modo.

MINACCATO DA UNA CRISI CLIMA CAUSATA DAL CAPITALISMO.

Una volta che la valanga di dati e studi ha reso inconfutabile la realtà del cambiamento climatico e che il quadro capitalistico-aziendale è costretto ad accettarlo, ora è il momento di trarre vantaggio e trasformare l’azione contro, in merce commerciale e politica in una merce banale per continuare estendere il dominio.

Il disastro climatico e i suoi impatti sulla salute, sull’economia e sugli ecosistemi sono diventati strumenti per approfondire ed estendere a tutti i livelli di vita (non solo la vita umana) sul pianeta. L’angoscia e la colpa si estendono e servono gli interessi del sistema.

Il sistema tecnoindustriale capitalista ha trasformato la terra in un inferno per milioni di persone oppresse, per migliaia di specie non umane, animali e vegetali e per ecosistemi.

Il risultato del dominio del clima e della sua mercificazione comportano l’impoverimento e l’alienazione della maggior parte del mondo vivente, la distruzione della biodiversità e migliaia di vite umane.

Tutta questa mercificazione ruota attorno a una responsabilità “condivisa da tutti, condivisa come consumatore e condivisa consentendo ai politici statali, comunitari e comunali di attuare politiche devastanti e condurre esercitazioni, come dichiarazioni di emergenza climatica. I veri veri leader non vengono mai identificati: i sistemi capitalistici, statali e tecnoindustriali che sono le cause finali dei cambiamenti climatici .

QUALI SONO LE FONTI DEI GAS A EFFETTO SERRA? E CHI SONO GLI EMITTENTI?

Di solito non si sottolinea che il 79% dei gas serra proviene direttamente dal sistema tecno-industriale (produzione di energia, trasporti, industria e agricoltura industriale) e solo l’11,5% dei settori residenziali e commerciali (IPPC 2015), altri studi attribuiscono al bestiame 14.5 (FAO 2013), la produzione e la distribuzione di alimenti sarebbe del 25%, poiché possiamo vedere che i valori di emissione variano notevolmente a seconda della fonte. È chiaro, tuttavia, che il sistema tecno-industriale genera oltre l’80% delle emissioni.

I media distolgono l’attenzione, scelgono le responsabilità del sistema e deviano la colpa sulla popolazione generale, coloro che emettono questo piccolo 6%, i poveri che vivono in piani scarsamente isolati, i lavoratori che si spostano in poligoni distanti senza trasporto pubblico, le persone svantaggiate che consumano alimenti industriali superelaborati e non acquistano nell’eco-negozio, a causa di barriere economiche, culturali e sociali.

Esistono molte altre strategie complicate per incolpare le persone e trasformare questa colpa in merce, ad esempio nell’uso della plastica, la maggior parte della plastica (propilene e polietilene) proviene dal petrolio, il 90% della plastica prodotta Va direttamente agli usi industriali. Poco più del 10% diventa prodotti di consumo generale, ma ci dicono che la colpa di tutto sono le cannucce di plastica e le compresse, non ci parlano delle parti di macchine e dispositivi, dei rivestimenti o dell’imballaggio industriale … o tanti usi necessari per perpetuare il sistema.

Il cambiamento globale avrà effetti diretti e gravi, sempre più diffusi, e i più svantaggiati saranno quelli che subiranno le conseguenze, i poveri, gli abitanti dei paesi colonizzati, le donne, le ragazze, i ragazzi …

Detto questo, i pompieri professionisti dei conflitti, i recuperatori delle rivolte, i domatori della ferocia stanno anticipando le possibili reazioni che si verificheranno quando sentiamo gli effetti di questa crisi provocata.

LA SITUAZIONE DI CAPITALE DELLE RISORSE AGGIUNGE GLI EFFETTI DEL CAMBIAMENTO CLIMATICO.

Di fronte alla crisi, il capitalismo e gli stati “sviluppati” per evitare i suoi effetti e speculare con questi stessi effetti, stanno accumulando risorse. Terreni agricoli in tutto il mondo, minerali rari o essenziali per l’industria … e, soprattutto, l’acqua, che è una sostanza essenziale per la vita e per il funzionamento degli ecosistemi.

Anticipando la scarsità della risorsa, intorno all’acqua è stato generato un movimento speculativo molto intenso, gli avvoltoi dei fondi di investimento hanno già messo gli occhi su di esso attraverso i fondi di investimento quotati, i 13 fondi più importanti nel campo dell’acqua accumulano 8.384 milioni di euro, solo in azioni e garantiscono rendimenti straordinari e continui. Secondo lo scrupoloso “Standard and Poor’s”, il mercato dell’acqua avrà un valore di un miliardo di euro (europeo) nel 2020.

Tutto questo mentre l’acqua non è una risorsa accessibile (con la qualità necessaria) per tutte le persone, tutto ciò accade quando centinaia di milioni di persone non dispongono di un approvvigionamento idrico in condizioni e 2.000 milioni vengono rifornite di acqua con contaminazione fecale.

IL CAPITALISMO HA CAUSATO LA CRISI CLIMA E, ORA VOGLIAMO FARE PAGARE SOLUZIONI !! … E CONTINUARE VANTAGGI ACCUMULANTI.

È improbabile pensare che decenni di sfruttamento, deforestazione, distruzione di ecosistemi, avvelenamento di suoli, aria e acqua, scarico di rifiuti, emissione di gas a effetto serra ed estrattivismo al galoppo, non avrebbero alcun effetto. Effetti che pagherà il solito.

Ma è anche improbabile pensare che l’avidità, l’avidità, l’arroganza, l’arroganza, la mancanza di scrupoli e il desiderio di dominio del capitalismo e del sistema tecno-industriale cederanno ai bisogni delle persone, degli ecosistemi e della terra. Solo una rivolta, una diffusa insurrezione che li distrugge sarà in grado di fermare e risolvere la devastazione della terra e porre fine alla crisi climatica.

All’interno della sua logica di dominio e divisione territoriale (stato) del mondo esiste una gerarchia che deriva dal passato che affonda le sue radici nella colonizzazione e che si esprime come imperialismo e neo-colonialismo (UE, USA, Russia, Cina …), dove soggetto (meno le élite economiche e / o culturali dei paesi dominati) occupano una posizione subalterna e più vulnerabile di fronte ai cambiamenti climatici, indipendentemente dalla posizione nella gerarchia mondiale del paese in cui vivono.

MENTRE CI È CAPITALISMO LA DEVASTAZIONE CONTINUA !!

In effetti il ​​capitalismo è sinonimo di cambiamento climatico, dalle origini ad oggi. Con la nocività degli operai industriali, con fuliggine, fumo e varie tossine nei quartieri della classe operaia, dall’Inghilterra nei secoli XVIII e XIX, al Bangladesh o alla Cina nel XXI secolo, diffuse dannosità su tutto il pianeta e che si devono aggiungere le tossicità dell’agricoltura industriale e gli effetti del cambiamento climatico generato.

Il cambiamento globale colpisce soprattutto i poveri che sono i più colpiti da eventi meteorologici estremi (tifoni, uragani, inondazioni, siccità …), innalzamento del livello del mare e malattie legate alla temperatura.

Mentre i ricchi, non solo scappano per i loro scopi (hanno la tecnologia e il controllo sul territorio), ma ne approfittano anche: nuovi investimenti milionari nelle energie rinnovabili, opere pubbliche miliardarie di prevenzione dei rischi (protezione dei costi, opere idraulica, nuove reti di comunicazione …).

Il controllo degli sfollamenti della popolazione causato dal cambiamento, il controllo delle frontiere, offre anche grandi vantaggi alle industrie complesse militari / di polizia.

In sintesi, ancora una volta un “business del secolo”, del 21 ° secolo, e con ciò che rimane, del 21 ° secolo.

Sicuramente i governanti della terra hanno un asso nella manica di fronte a future crisi, una sorta di stanza di panico, che in generale significherà sicuramente militarizzazione, controllo sociale e, “naturalmente”, più oppressione e più dominio.

Di solito si ritiene che l’1% della popolazione mondiale sprechi più del 50% delle risorse, in altre valutazioni si dice che il 5% consuma il 90% di energia … Sono valutazioni molto discutibili, ma vanno tutte nella stessa direzione, una minoranza insignificante si impadronisce della maggior parte della torta. È facile immaginare che se il consumo di materia, energia, cibo … di questo 5% è uguale a quello del resto del mondo, i cambiamenti climatici potrebbero essere invertiti, ma è impensabile che questo 5% rinunci volontariamente ai suoi privilegi. Quindi, prendendo la metafora della nave che affonda, questo 5% è la percentuale che dovrà essere gettata in mare se non è conforme.

Senza dubbio opporsi al dominio economico e culturale, opporsi alla devastazione e alla distruzione della terra, opporsi al tecnocapitalismo e agli stati avrà un costo, un costo per le persone e gli ecosistemi, ma come è stato detto durante la rivoluzione sociale del 1936 ” non ci importa ereditare un mondo in rovina, perché portiamo un nuovo mondo nei nostri cuori. “

La settimana del 20-27 settembre è solo un obiettivo per l’ambientalismo liberista e statalista, ma per coloro che aspirano all’eliminazione dello stato, il capitalismo, il patriarcato e il sistema tecno-industriale sono un’opportunità per traboccare gli stretti margini di domesticazione e avvia un percorso autonomo, anticapitalista e anarchico contro la dannosità tecno-industriale.

 

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